Un lugar con historia que ahora es tuyo

Villa Antón: la casa familiar que abre sus puertas por primera vez

Al cruzar la puerta de Villa Antón, lo primero que sentirás es hogar. El tipo de hogar que no se construye solo con paredes, sino con historia. Fue la casa de nuestros bisabuelos, y cada detalle ha sido restaurado con mimo para conservar su esencia: las vigas de madera, las paredes que han escuchado risas de generaciones, las baldosas que crujen suavemente al pisarlas. Las habitaciones son amplias, con camas tan cómodas que invitan a noches de descanso profundo, de esas que solo se tienen cuando uno se siente en paz.

La cocina está equipada para cocinar juntos, para preparar desayunos lentos, meriendas familiares, cenas que terminan en sobremesas largas en el salón acogedor. La luz natural entra a raudales por las ventanas, iluminando rincones llenos de carácter. Desde la terraza, el paisaje regala vistas a la montaña, al verde, a un horizonte donde solo manda la calma. Es un espacio perfecto para grupos, amigos, familias de hasta 8 personas que buscan algo más que alojamiento: buscan sentirse bien, sentirse en casa. Aquí no vienes solo a dormir. Vienes a reconectar, a crear nuevos recuerdos, a escribir tu propia historia en un lugar que ha sido testigo de tantas.

Y es que hay algo especial en caminar por una casa que guarda memoria. Los detalles cuentan: un mueble antiguo restaurado, fotografías que muestran cómo era la vida antes, el olor a madera que flota en el aire. Villa Antón no es solo un alojamiento bonito, es una invitación a vivir despacio, a mirar alrededor y reconocer lo valioso de lo simple. Aquí, cada día tiene su ritmo: despertar sin despertador, leer al sol, charlar con los tuyos, cenar bajo las estrellas. Es el escenario perfecto para que familias y amigos se reencuentren consigo mismos y entre ellos, lejos de las prisas y cerca de lo que realmente importa.

Naturaleza a la puerta de Villa Antón

Justo enfrente a las Fuentes del Algar, a 5 minutos del Dino Park, a 20 minutos de Altea y Guadalest

Imagina abrir la puerta y escuchar el rumor del agua. Así de cerca están las Fuentes del Algar: a solo 10 metros. Un espectáculo natural que tendrás literalmente a tus pies. Villa Antón es mucho más que una casa rural; es un balcón al corazón verde de la Costa Blanca. Aquí el plan es sencillo: paseos por senderos que atraviesan montañas, baños en las pozas cristalinas, risas de niños corriendo por la naturaleza.

Si viajas con familia, el Dino Park está a solo 5 minutos caminando, un plan imbatible para que los más pequeños alucinen con dinosaurios gigantes, juegos y aventuras al aire libre. Y si lo que quieres es explorar, en 20 minutos estarás paseando por las callejuelas blancas de Altea, sentándote en una terraza frente al mar, o descubriendo el encanto medieval de Guadalest, con su castillo en lo alto y vistas que cortan la respiración.

Mucho más que alojamiento: experiencias para todos